Cirugía estética, Plástica Reconstructiva
May 16, 2016 | 4 minute read
La cirugía micrográfica de Mohs es un procedimiento quirúrgico indicado para el tratamiento efectivo del cáncer de piel. El descubrimiento de esta técnica llegaba en la facultad estadounidense de Wisconsin a cargo del doctor F. Mohs en el año 1930. La intervención se compone de los siguientes pasos: eliminación del tejido tumoral, estudio del tejido eliminado para ver si ha sido eliminado en su totalidad y repetición de la intervención en caso de que se haya encontrado alguna célula cancerosa.
El Doctor Gómez Bravo emplea la técnica de la cirugía de Mohs para el cáncer de piel, pero además, gracias a las competencias técnicas que posee en las materias de cirugía plástica estética y reconstructiva, garantiza un resultado final excelente ante sus pacientes.
Intervención de cirugía micrográfica de Mohs
El cirujano encargado de la operación de Mohs debe seguir siempre el mismo método de actuación para suprimir las diferentes modalidades de cáncer de piel más comunes como son: el epitelioma basoescular y espinoceloular. A todas aquellas personas que todavía estén dudando si someterse a la intervención o no, desde la Clínica Gómez Bravo, les informamos a continuación de los índices de curación. Para los cánceres primarios, es decir, aquellos que no han sido tratados previamente, de un 99%. Mientras que para casos recurrentes que ya han sido tratados, se reduce ligeramente.
La operación de cirugía de Mohs comienza con la anestesia de la zona dañada hasta lograr que carezca de sensibilidad. El doctor comprueba la efectividad de la anestesia y a partir de ahí, empieza el procedimiento. Después, el cirujano extirpa el tejido cancerígeno. La intervención continúa con la hemostasia para impedir que la herida sangre y le hacemos una primera cura a la espera de los resultados del laboratorio. Gracias al estudio de los tejidos cancerígenos que han sido eliminados, los examinamos detenidamente con un microscopio y diagnosticamos si el tumor ha sido descartado al completo. Esos pedazos de tejido cancerígeno se tratan con un método de congelación en un criostato.
Cuando estamos en pleno estudio de las células cancerígenas en el microscopio si observamos alguna anomalía, volvemos a repetir el procedimiento desde el principio. Estas repeticiones tienen una duración exacta de una hora. La cirugía lleva alrededor de 20 o 30 minutos y el estudio detallado en el microscopio, otra media hora. Si por el contrario, no existen más tejidos tumorales, ya comenzamos a reparar definitivamente la herida mediante suturas o colgajos y otras técnicas de cirugía estética disponibles. En algunos casos, necesitamos que se vaya cerrando por sí sola, mediante varias curas a cargo del paciente durante las cuatro semanas siguientes a la operación.
Postoperatorio tras la cirugía de Mohs
Las sensaciones que experimentan los pacientes de la Clínica Gómez Bravo tras la intervención de la cirugía micrográfica de Mohs para el tratamiento del cáncer de piel son variadas. Por un lado, tirantez en la zona afectada de la herida los primeros días. Además, también ciertos picores en la herida que son algo totalmente normal tras la intervención. La mejor manera de aliviar estas molestias es aplicando una crema hidratante. Estas preocupaciones postoperatorias van desapareciendo poco a poco con el paso del tiempo.
Los tejidos que están cerca de la herida contienen una aportación sanguínea elevada lo que conlleva que la piel tenga un aspecto más rosado. Debemos esperar unos meses hasta ver el resultado de la operación de cirugía de Mohs tras la retirada de los puntos. Es una cirugía segura en la que se saca una cantidad mínima de tejido, para que las cicatrices sean escasas. Cualquier duda médica, no dudes en ponerte en contacto con nosotros en la Clínica Gómez Bravo.